Decir
palabrotas, tomar una taza de chocolate caliente, escupir saliva, mirar la foto
de la persona a la que amas... Aquí tienes una lista de remedios curiosos y
científicamente demostrados para aliviar cualquier dolor.Tacos Un estudio
publicado por Richard Stephens en la revista NeuroReport sugería que diciendo
palabrotas somos capaces de resistir durante más tiempo el dolor que se produce
al introducir las manos en un recipiente lleno de hielo cuarenta segundos.
Además, las palabras malsonantes que pronunciamos hacen que se reduzca también
la intensidad del dolor. Comer chocolate Según estudio de la Universidad de
Chicago (EE UU) publicado en la revista Journal of Neuroscience, cincuenta
gramos de chocolate negro o una taza de chocolate caliente pueden hacer que un
dolor desaparezca. Eso sí, siempre que no se trate de una cefalea, ya que
investigadores de la Universidad de Michigan demostraron que la tiramina que
contiene el chocolate negro puede favorecer -e incluso provocar- los ataques de
migraña. Saliva Científicos del Instituto Pasteur en Francia descubrieron hace
algunos años un analgésico natural en la saliva humana hasta seis veces más
potente que la morfina. Se llama opiorfina y activa el funcionamiento de
opiáceos endógenos –producidos por el propio organismo – que bloquean las
señales dolorosas y actúan como antidepresivos. Miradas de amor Según Sean
Mackey, de la Universidad de Stanford (EE UU), no cabe duda de que el amor
puede mitigar el dolor tanto como un analgésico. Estudiando el cerebro de
estudiantes enamorados con ayuda de un escáner de resonancia magnética
funcional mientras les hacía sentir dolor, comprobó que la magnitud de alivio
del dolor cuando miramos las fotos de un ser querido es similar a la morfina.
El amor reduce el malestar a través del núcleo accumbens, centro de la
recompensa en el cerebro. Cruzar los brazos Si tras sufrir una quemadura o
recibir un golpe en las manos nos cruzamos de brazos, conseguimos aliviar el
dolor. Según un estudio británico publicado en la revista Pain, se debe a que
al cruzar las extremidades superiores sobre el cuerpo el cerebro se confunde
acerca del origen del dolor. En otras palabras, el gesto engaña al cerebro.
En muchas ocasiones, pueden llegar a aparecer dolores musculares en nuestro cuerpo. Es conveniente tratarlos cuanto antes acudiendo a un fisioterapeuta y recibiendo un masaje en la zona afectada. Nos ayudará a aliviar el dolor y descontracturar cualquier parte de nuestro cuerpo.
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